domingo, 28 de febrero de 2016

Promesas del la Sma. Virgen Maria a los que rezan el santo rosario.




LAS QUINCE PROMESAS 
DE LA VIRGEN MARÍA A LOS 
CRISTIANOS QUE REZAN
EL ROSARIO




1. Quien me sirva fielmente rezando el 
     Rosario recibirá la señal de gracia.

2. Prometo mi especial protección y la mayor de las gracias a todos aquellos que recen el Rosario.

3. El Rosario será un escudo poderoso contra
     el infierno, destruirá los vicios,
     disminuirá el pecado y abatirá la herejía.

4. El Rosario hará florecer la virtud y las
    buenas acciones y hará que las almas
    obtengan la generosa misericordia divina;
    alejara del corazón de los hombres el amor
    del mundo y sus vanidades y los elevara a
    desear las cosas eternas. ¡Cuántas almas 
    por este medio se santifican!

5. El alama que se me encomiende por el rezo 
    del Rosario no perecerá.

6. El que con devoción rece el Rosario considerando 
    sus sagrados misterios, nunca se verá oprimido 
    por la desgracia.  Dios no lo castigará en su divina
    justicia y no perecerá desamparado; permanecerá 
    en la gracia de Dios si es justo y se hará merecedor 
     de la vida eterna.

7. El que tenga una verdadera devoción por
     el rosario no moriría si los santos Sacramentos de 
     la iglesia.

8. Todos los que recen fielmente el Rosario 
     tendrán en vida y en la muerte la luz divina
     y la plenitud de Sus gracias y al morir
     participaran de los méritos de los santos 
     en el Paraíso.

9. Liberare del Purgatoria a aquellos que
     hayan sido devotos del Rosario.

10. Los hijos del Rosarios gozaran en 
      el Cielo de una gloria singular.

11. Obtendrán todo lo que me piden a Mí
      rezando el Rosario.

12. Socorreré en todas sus necesidades a los
      Propaguen el Santo Rosario.

13. He obtenido de mi Hijo Divino que todos
       los devotos del Rosario tengan en vida y en 
        la muerte como intercesores a todos
 Los bienaventurados de la Corte Celestial

 14. Los que rezan el Rosario son todos hijos
        míos muy amados y hermanos de mis
        Unigénito Hijo Jesucristo.

 15. La devoción a mi Rosario es una gran 
        señal de predestinación.

(Estas Promesas fueron concedidas a Santo 
Domingo (a 1214) y al Beato Alano (a. 1460)